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"La rebelión de los salvajes"
 Pantera Negra acompaña a Susana y a su padre el Dr. Rossi hasta la ciudad más próxima para desde allí poder regresar a Europa. En la despedida Jorge le dice a Susana que se tome tiempo para estar segura de que quiere vivir con él en la selva. Ella le contesta que la selva la ha hechizado igual que a él y mientras hablan, al lado de ellos están descargando un barco y uno de los indígenas cae con un paquete y el capataz en vez de ayudarlo lo muele a latigazos por lo que Pantera Negra interfiere teniendo que darle un puñetazo al capataz ante su arrogancia. El indígena llamado Bombo se arrodilla ante Jorge y le pide ser su esclavo. Este le contesta que en todo caso amigo y preguntándole que es lo que llevan los paquetes que carga, le contesta que no lo sabe. De regreso, en el hotel de la ciudad le espera una carta del comisario que le ruega acuda a verle con urgencia. Una vez con el comisario, éste le explica que están teniendo problemas con un tal Kajabaka que es un fanático y cabecilla que intenta formar una secta para echar de su tierra a todos los extranjeros y volver de nuevo a su cultura primitiva y de antropofagia. Pantera Negra acepta la misión y le son presentados el teniente Gainord y los sargentos Manuel y Tankuro. Pantera les dice que vayan ellos hasta Razabú, que ya conocen el camino y allí se les unirá para guiarles en el resto del recorrido pues quiere alcanzar los caminoes de Luis Rengod y echar un vistazo al contenido pues cree que Luis, el capataz con el que tuvo el altercado, se excitó por temos a que se conociera la mercancía que llevaba. Montados en un jeep, Bombo, Isabelita, Mingo, Punchi y Dalila y Pantera Negra se dirigen hasta el campamento donde ven que hay muchos centinelas. Los monos de Pantera Negra arman jaleo y asustan a todos los del campamento que se creen atacados hasta que el capataz ve que son monos y se tranquiliza, pero en el despiste Pantera Negra y Bombo han conseguido entrar dentro de un camión para revisar el contenido de las cajas descubriendo que son municiones y armas de fuego. Pensando que su destino son los rebeldas de Kajabaka rocían el camión con gasolina y saltan para repetir la operación en otro camión, más en esta ocasión son vistos y aunque Isabelita se ha echado encima de uno de los que disparan, Pantera y Bombo aprovechan para salir corriendo y llegar hasta el Jeep y lo mismo hacen los tres monos y la pantera. Jorge confía en encontrarse con el ejército en Razabú pero cuando lo encuentra está masacrado y halla al sargento Manuel que le explica que fueron los rebeldes de Kajabaka que remataron a los heridos y se llevaron preso al teniente. Pantera Negra ordena a Bombo y a su amigos la pantera y los tres chimpances que huyan y que le dejen sólo. A Bombo le encarga que avise al comisario de lo ocurrido pues la situación es más grave de lo que el comisario piensa. Pero las hordas de Kajabaka cogen prisioneros a todos. Pantera Negra le explica por el camino al sargento Manuel que es Luis Rengod quien proporciona armas a Kajabaka y que él ha conseguido destruir parte del cargamento. Isabelita, Mingo, Punchi y Dalila siguen el rastro de su amo sin ser vistos pues son los únicos que han conseguido escapar y por fin llegan ante la presencia de Kajabaka. Por el camino Pantera Negra y el Sargento se han dado cuenta de que todos los secuaces de Kajabaka están como locos de furia y todos llevan una cicatriz en el brazo y ahora aprenden lo que es porque cojen a Bombo y le hacen una incisión en la piel metiéndole lo que Kajabaka explica que es una poción de hierbas que al llegar al torrente sanguíneo vuelve rabiosos y deseosos de matar a los infectados. Al poco tiempo Bombo se siente ardiendo y con deseos de matar y alguien pone un cuchillo en sus manos y a Pantera Negra lo cogen para efectuarle el corte en la piel y envenarlo con el mismo odio y sed de muerte. (Continuará).
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